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La falta de profesores y sanitarios evidencia la precariedad del estado de bienestar en Madrid

Organizaciones médicas y sindicatos alertan de que la falta de inversión y de personal, con un déficit de 1.800 médicos y pediatras, llevan al sistema de Atención Primaria al colapso. En cuanto a la educación, el sindicato CC OO afirma que el próximo curso arrancará con 1.530 docentes menos de los necesarios.

MADRID

02/06/2021

JORGE OTERO MALDONADO

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El pasado 20 de mayo, profesionales del Centro de Salud Los Ángeles, en el barrio madrileño de Villaverde, colgaron en la puerta de acceso un cartel muy elocuente: "Por causas ajenas a nuestra voluntad hoy faltan 16 de los 22 médicos de familia y 1 de los 4 pediatras. Disculpen las molestias". Una escena que se repite a diario en otros muchos barrios de la capital, tanto que organizaciones médicas profesionales y sindicatos alertan de que en Madrid la falta de inversión y de personal, la "saturación creciente" de las consultas y el "deterioro" de las condiciones laborales están llevando al sistema de Atención Primaria madrileño al colapso. De momento, la Comunidad de Madrid ya ha anunciado que cerrará al menos 41 centros de salud durante el verano ante la escasez de recursos.

Las asociaciones vecinales de Madrid, junto a otras plataformas en defensa de la sanidad pública y partidos políticos, llevan ya varios días movilizándose en los barrios de la ciudad contra este plan de cierre. A día de hoy, ya hay muchos centros de salud que no abren por la tarde por la falta de personal. Los testimonios en las redes sociales abundan en este sentido.

Los vecinos consideran tan "escandalosa" la situación que ya han elaborado un calendario de movilizaciones para todo el mes de junio que culminará con una gran manifestación convocada para el día 28 de junio por la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid-Marea Blanca.

La organización vecinal, los sindicatos y los propios profesionales sanitarios se preguntan cómo es posible que en lugar de reforzar la Atención Primaria, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso opte por cerrar los centros. La respuesta a esa pregunta cae por su propio peso: Madrid es la segunda comunidad autónoma que menos invierte en sanidad, apenas 1.340 euros por habitante, y la que menos invierte en concreto en Atención Primaria, con una media de 960 millones de euros anuales, según la Estadística de Gasto Sanitario del Ministerio de Sanidad, lo que da una media de 140 euros por habitante.

"Nuestra propia pandemia en Atención Primaria ha sido la Comunidad de Madrid al no cuidar a los profesionales y al no invertir lo suficiente. Lo que ocurre ahora es porque no se han hecho los deberes desde hace mucho tiempo", explicaba este miércoles el médico de familia Pablo Serrano, portavoz de la plataforma Atención Primaria se mueve, en una entrevista radiofónica.

La escasa inversión tiene consecuencias inmediatas: muchos menos medios. La falta de personal en la Atención Primaria es endémica, pero el problema se ha agudizado en los últimos meses con la pandemia. La Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), el mayor sindicato médico de la región, no duda en calificar la situación de "dramática" y afirma que los centros de salud de Madrid tienen más de 800 plazas de médicos de familia sin cubrir, de las que 150 serían pediatras. A todo ello hay que sumar un déficit estructural de 600 médicos de Familia y 150 pediatras que arrastra el sistema desde hace años.

Frente a esta realidad, la Comunidad de Madrid está preparando un Plan de Mejora de Atención Primaria que de entrada prevé una inversión de de 73 millones de euros en tres años y la contratación de 1.250 profesionales. Sin embargo, los sindicatos y organizaciones médicas advierten de que este plan es a todas luces insuficiente. Según el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), habría que crear nuevos 3.730 empleos y aumentar la inversión actual en 200 millones de euros para salvar la Atención Primaria en Madrid.

CCOO calcula que, de hecho, se perderán casi 2.000 empleos en la Atención Primaria en los próximos cinco años con las actuales y ya infradotadas plantillas de los 430 centros de Atención Primaria, 266 centros de salud y 163 consultorios que hay en Madrid. CCOO asegura que el plan de la Comunidad de Madrid se resume en "recortar, privatizar y subcontratar la primera línea de la Sanidad Pública", que pasaría de tener 14.555 a 12.669 profesionales en los próximos cinco años, 1.886 menos. En concreto, según los datos de la plantilla publicados por el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) en los próximos cinco años se podrán jubilar 3.086 profesionales sanitarios, entre ellos 1.065 médicos y médicas, 224 pediatras y 852 enfermeros y enfermeras, una cifra que no se cubrirían con las nuevas incorporaciones.

De hecho, CCOO ha hecho sus cálculos: cada centro de salud en Madrid atiende a una media de 25.000 personas y la contratación 1.250 profesionales supondría sólo 2,79 profesionales más por centro, cuando la carga de trabajo ya es altísima.

Ante esta situación, la Comunidad de Madrid argumenta que no hay médicos. "No hay médicos en España, no nos podemos engañar", dijo el pasado mes de septiembre Isabel Díaz Ayuso. En España se gradúan 6.000 médicos y 10.000 enfermeros al año, pero no parece ser suficiente a tenor de lo ocurrido la semana pasada con el MIR: solo cinco pediatras de 68 que terminaron su residencia y apenas 17 médicos de Familia de los 224 que terminaron su especialidad en los hospitales madrileños decidieron quedarse en la Atención Primaria de Madrid.

¿Por qué ocurre esto? La respuesta también es sencilla. Madrid no ofrece plazas suficientes tras el MIR –la Consejería de Sanidad ha sacado estos días a bolsa 89 plazas de médico de familia, menos de la mitad de los médicos que han terminado la especialidad– y las condiciones laborales y salariales que ofrece la Comunidad de Madrid son sensiblemente peores que en otras comunidades autónomas, lo que provoca una fuga de profesionales sanitarios.

En este sentido, el médico Pablo Serrano lo tiene claro: "Habría que haber intentado que, al menos este año, los residentes que acababan la especialidad se hubieran quedado en las plazas. Pero apenas han sido atraídos por la Consejería de Sanidad. A nosotros nos cuentan que no se quedan porque la situación es invivible, porque tienen familia y sólo les ofrecen horario de tarde, porque tienen consultas de 70 pacientes y por el sueldo bajo".

Pero no es sólo es la sanidad. También el sistema educativo madrileño exhibe notorias carencias. Un informe del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) (PDF) publicado este pasado martes certificaba que de cara al próximo curso se necesitan 1.530 docentes más.

A partir de datos obtenidos de fuentes oficiales, CCOO denuncia que el curso que viene arrancará con 92 aulas menos y la pérdida de 1.843 plazas en los colegios públicos madrileños.

El informe de CCOO también critica que la Comunidad de Madrid no garantice la bajada de ratios para el próximo curso que sí ha aplicado en este por la pandemia. Es más, el sindicato denuncia el cierre de los 4.987 grupos extra Covid, y lamenta al mismo tiempo que el Gobierno de Ayuso prescinda de una medida que ha garantizado la seguridad en el presente curso.